Malos tiempos corren para la compañía estadounidense Lexmark International que ha anunciado una de sus mayores reestructuraciones en años en virtud de optimizar sus negocios y volver a ser rentable. Para esto la compañía abandona el negocio de las impresoras de inyección de tinta debido a las bajas ventas de este negocio y eliminando con esto cerca de 1700 puestos de trabajo.
La compañía con oficinas centrales en Kentucky espera cerrar las fábricas de manufactura de impresoras de inyección de tinta en todo el planeta, incluyendo las instalaciones de Cebu en Filipinas que se cerrará en el 2015, eliminar el desarrollo de sus tecnologías de inyección a nivel global, eliminando los costos relativos a estas instalaciones, equipamiento, contratos y stock de productos. Otra posibilidad que exploran sus asesores estratégicos es la posibilidad de vender la división de impresoras de inyección de tintas a otra compañía.
Lexmark espera que con estas medidas pueda ahorrar unos US$ 85 millones en el 2013 y unos US$ 95 millones para el 2015. De todos modos la compañía da un mensaje a sus actuales clientes afirmando que continuaran proporcionando servicio y soporte
Esta reestructuración lamentablemente vera el despido de 1700 puestos de trabajo (cerca de un 13% de su fuerza laboral global), donde 1100 de ellos son relativos a puestos de manufactura en sus respectivas instalaciones.
Otra de las medidas de la compañía es recomprar cerca de $100 millones en acciones propias y la junta directiva ya ha autorizado otros $251 millones a futuro.
“El anuncio de hoy representa una decisión difícil, pero que es necesaria tomar para impulsar una mejora en los beneficios y ahorros importantes”, dijo en un comunicado el presidente y consejero delegado de Lexmark, Paul Rooke.
A pesar de salir del mercado de impresoras de inyección de tinta, la compañía al parecer seguirá ofreciendo productos de impresión laser, enfocándose justamente ahora en ofrecer servicios de impresión y en soluciones software y de imagen. Su unidad Perceptive Software, que compró en el 2010, provee software y servicios utilizados para la gestión de documentos, flujo de trabajo, imágenes y otros contenidos.
Bajo nuestro punto de vista el motivo puede ser la política de Lexmark de no permitir que se reciclen los cartuchos de sus máquinas, complicando bastante su remanufactura , por lo cual la mayoría de los consumidores se han inclinado por adquirir impresoras de otras fabricantes que son más permisivos con el reciclaje, porque saben que para que
funcionen bien las ventas del producto original tiene que coexistir con el cartucho alternativo o compatible.
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